Una bodega inspirada a imagen y semejanza de los "châteaux" de Médoc, reuniendo todas las condiciones que hacen de un vino una obra de arte.
Color: de atractivo color rojo rubí con capa media-alta. Nariz: sorprendente por su poderoso carácter frutal, notablemente ensamblado con recuerdos de su noble crianza: trazas de coco, toffee y sugerentes matices a monte bajo. Boca: potente, y en su paso va desarrollando una afable sensación de volumen y untuosidad que desemboca en un largo final, en el que con nervio y frescura su óptima acidez nos trae un retrogusto con recuerdos a frutos rojos y nuevamente monte bajo.
Ataque potente y con nervio que desarrolla múltiples sensaciones que lo hacen muy sabroso y armónico. En el retrogusto el vino es muy largo, reapareciendo recuerdos de avellana tostada que enlazan con matices minerales y de maderas exóticas en vía retronasal.
Una óptima manera de explorar Cigales con un tinto que sobresale por su buena relación calidad/precio gracias, entre otras cosas, a los 92 puntos que la Guía Peñín le otorgó en su última versión. Un vino elaborado buscando la máxima extracción de aromas y color de la Tinta del país. Fruta roja, regaliz y especias conforman su abanico aromático, siendo en boca un vino muy largo con recuerdos de avellana tostada, matices minerales y maderas exóticas en su posgusto
Procede de uvas seleccionadas y marcadas por el terroir. Se trata de parcelas pobres en materia orgánica, de base granítica y de suelo formado por cantos rodados, esta formación atípica en la zona permite una mejor maduración de la uva para elaborar este vino delicado y complejo que aúna lo autóctono y lo innovador.
Se presenta brillante, de color amarillo dorado debido a su crianza. Intensidad aromática y calidad de aromas muy alta. Destacan las frutas maduras, níspero, mandarina y aromas más complejos como de monte bajo, laurel y tostados. En boca, se intensifica la complejidad de las sensaciones, siendo sedoso y con mucha estructura pero al mismo tiempo fresco. Perfecto maridaje con pescados blancos, especialmente cocinados al horno y con pescados grasos. Marida muy bien con la lamprea y con carnes con salsas suaves. Exquisito con mariscos cocidos o a la plancha, ahumados o queso de media o larga curación.
El sol es uno de los principales argumentos de esta bodega ya que las viñas reciben una gran cantidad de sol durante todo el día y esto optimiza el desarrollo de las funciones biológicas de la planta.
Este vino es un monovarietal de Cencibel proveniente de la Finca La Solana situada en la falda de una sierra, una zona de piedras graníticas arcillosas con gran carga mineral. En cuanto a la elaboración, cuando la uva está en su perfecta maduración, se realiza un maceración en frío sin llegar a ser carbónica para luego pasar a una fermentación a baja temperatura. A continuación, Pago Florentino pasa a realizar una fermentación maloláctica en barrica y, finalmente, una crianza en barricas de roble francés. Cata a la vista: Color rojo cereza con reflejos púrpura. Cata en nariz: En nariz se presentan notas frutales y seguidamente apreciamos los toques a madera. Cata en boca: En boca se presenta potente. Aparecen la fruta negra y sensaciones balsámicas y aterciopeladas. Final largo
Vallegarcía Syrah es un vino mono varietal aromático, estructurado y goloso al paladar. La uva procedente de una parcela de 7 hectáreas, se vendimia en el momento de su plena maduración para conseguir taninos agradables que se terminan de pulir tras el paso del vino por barrica y botella.
Al ser elaborado 100% con uva Syrah, el vino tiene las características típicas de esta variedad, siendo un vino fácil de beber pero delicado en su elaboración dado que en los años difíciles su carácter mono varietal le hace muy sensible a cualquier alteración climática.
Amplio en su concepción y en su origen, resulta de la búsqueda de las mejores y más viejas cepas procedentes de viñedos situados en Ciudad Real, Toledo y Cuenca en altitudes entre 800 y 900 metros. El resultado, este vino profundo, concentrado y frutal que reivindica grandeza en tierras manchegas.
Nota de Cata: Cereza muy cubierto. Notas cremosas, de cacao y frutos maduros, cruzadas con otros recuerdos especiados y una indudable marca mineral. Potente, sabroso y largo, con taninos bien perfilados y una sensación global, no carente de frescura.